21 marzo 2008

EL PAPA HABLA SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE

[El domingo 9 de marzo Benedicto XVI habló de Dios como Señor de la vida y de la muerte. En el Angelus, comentando el evangelio de ese día, que trataba sobre el milagro de la resurrección de Lázaro, dijo entre otras cosas:

Se trata del último gran "signo" realizado por Jesús, después del cual los sumos sacerdotes reunieron al sanedrín y deliberaron matarlo; y decidieron matar incluso a Lázaro, que era la prueba viva de la divinidad de Cristo, Señor de la vida y de la muerte.

"Lázaro, nuestro amigo, está dormido: voy a despertarlo" (Jn 11, 11), así les habló a los discípulos, expresando con la metáfora del sueño el punto de vista de Dios sobre la muerte física: Dios la considera precisamente como un sueño, del que se puede despertar.

Jesús demostró un poder absoluto sobre esta muerte: se ve cuando devuelve la vida al joven hijo de la viuda de Naím (cf. Lc 7, 11-17) y a la niña de doce años (cf. Mc 5, 35-43). Precisamente de ella dijo: "La niña no ha muerto; está dormida" (Mc 5, 39), provocando la burla de los presentes. Pero, en verdad, es precisamente así: la muerte del cuerpo es un sueño del que Dios nos puede despertar en cualquier momento.

(…) declaró solemnemente a Marta: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre". Y añadió: "¿Crees esto?" (Jn 11, 25-26). Una pregunta que Jesús nos dirige a cada uno de nosotros; una pregunta que ciertamente nos supera, que supera nuestra capacidad de comprender, y nos pide abandonarnos a él, como él se abandonó al Padre.

La respuesta de Marta es ejemplar: "Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo" (Jn 11, 27). ¡Sí, oh Señor! También nosotros creemos, a pesar de nuestras dudas y de nuestras oscuridades; creemos en ti, porque tú tienes palabras de vida eterna; queremos creer en ti, que nos das una esperanza fiable de vida más allá de la vida, de vida auténtica y plena en tu reino de luz y de paz.

Ese mismo día 9, el Papa visitó el Centro internacional juvenil San Lorenzo, junto al Vaticano, que fue inaugurado por Juan Pablo II hace ahora veinticinco años, y celebró allí la Santa Misa.

Benedicto XVI, en su homilía, después de los saludos iniciales, trató también sobre el significado de la vida y de la muerte a la luz del evangelio de ese domingo. Publicamos a continuación sus palabras.]

# 431 Varios Categoria-Varios: Etica y antropología

por S.S. Benedicto XVI

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Pasemos ahora al evangelio de este día, dedicado a un tema importante y fundamental: ¿qué es la vida?, ¿qué es la muerte?, ¿cómo vivir?, ¿cómo morir? Con el fin de ayudarnos a comprender mejor este misterio de la vida y la respuesta de Jesús, san Juan usa para esta única realidad de la vida dos palabras diferentes, indicando las diversas dimensiones de la realidad llamada "vida": la palabra biV y la palabra zwÖ. biV, como se comprende fácilmente, significa este gran biocosmos, esta biosfera, que va desde las células primitivas hasta los organismos más organizados, más desarrollados, este gran árbol de la vida, en el que se han desarrollado todas las posibilidades de la realidad biV. A este árbol de la vida pertenece el hombre; forma parte de este cosmos de la vida que comienza con un milagro: en la materia inerte se desarrolla un centro vital; la realidad que llamamos organismo.

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