07 junio 2005

¿AGNÓSTICOS POR CONVENIENCIA?

[El autor de este artículo nos habla con sabiduría y chispa de la moda social de declararse agnóstico por efecto del contagio y de la imitación; también como consecuencia de la apatía, del tedio existencial y de la pereza mental. Es fundamental -diría C.S. Lewis-, aunque al principio pueda costar esfuerzo, ser tajante con uno mismo y desistir radicalmente de plantearse las preguntas existenciales -¿de dónde vengo?, ¿quien soy?, ¿a dónde voy?, ¿para qué tantos afanes, para qué tanto movimiento?, etc, etc.- que se han ido planteando, generación tras generación, "los pocos sabios que en el mundo han sido". Entresacamos algunas de las frases de este jugoso artículo:

  • La mímesis es un fenómeno propio de toda las sociedades humanas.
  • Pero la mimetización social, cuando se trata de personas humanas, es diferente de la de un grupo de animales .
  • Ahora la postura mimética imperante es la de decir que uno es agnóstico. No se tiene que pensar ni argumentar. Basta con un leve movimiento de hombros y una sonrisa comprensiva y somnolienta.
  • Pero ¿es tan inteligente esta actitud o no será más bien una ridícula rendición del pensamiento y de la vida humana? (...) hasta el personaje más corto de luces puede burlarse de quienes se dicen creyentes porque sabe que el jefe de la banda del barrio, o el chulo de la clase está detrás y le apoya.
  • quien logra escapar a la red mimetizante y se preocupa por quién es Dios y le conoce y le ama sabe que no está en inferioridad de condiciones.

Al leer este artículo he recordado "La muerte de Iván Illich", esa extraordinaria novela breve de León Tolstoi. Recomiendo vivamente su lectura. Es una gran vacuna contra esta epidemia de la "mímesis agnóstica" de la que aquí se trata. Publicado en Alfa y Omega (2-VI-2005).]

#165 Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia

por Miguel Lluch, Instituto de Antropología y Ética, Universidad de Navarra
________________________________________

Si no tienes tiempo para pensar con profundidad, si no te sientes capaz de tener y sostener ideas propias que no estén de moda, si te resulta demasiado incómodo ir contra la corriente: Cuando se te pregunte sobre Dios declárate agnóstico. Si quieres hablar sólo de lo que todos hablan, si quieres pensar como todos piensan, si quieres desaparecer en la multitud anónima y homologarte en la sociedad aceptable: Cuando se te pregunte sobre la dimensión religiosa de la vida o sobre quién es Dios para ti declárate agnóstico.

(ver el texto completo)