08 noviembre 2005

LA LOE Y LA ELECCIÓN DE CENTRO DE ENSEÑANZA

[La Ministra de Educación, María Jesús San Segundo, ha pretendido esta mañana, desde Pozuelo de Alarcón, lanzar un mensaje tranquilizador a la sociedad (Actualidad Terra, 8-XI-2005), afirmando de nuevo que el proyecto de Ley Orgánica de Enseñanza garantiza la pluralidad de centros de enseñanza y la libertad de elección de los padres.

Evidentemente, no ha logrado tranquilizar a nadie -ni de Pozuelo de Alarcón, ni de ningún otro lugar- sencillamente porque es una afirmación tramposa, ya que contradice al articulado del proyecto de ley.
Como se sabe, la reforma desconoce los derechos y libertades que en materia educativa reconoce nuestra Constitución:
  • el derecho de los padres a decidir sobre el tipo de educación que quieren para sus hijos;
  • el derecho a la gratuidad en los niveles básicos y obligatorios;
  • el derecho de los padres a elegir centro sin distinción;
  • el derecho de los centros de promoción privada a recibir fondos públicos;
  • el derecho a crear y dirigir centros educativos
  • y, finalmente, el derecho a definir el carácter o ideario de los centros.
El proyecto de ley parece desconocer también que la educación es responsabilidad y derecho de los padres y que, por tanto, el Estado sólo tiene una función subsidiaria. Esto significa que los poderes públicos no tienen el derecho de educar a los ciudadanos, sino que tienen que asegurar el derecho de los padres para decidir el tipo de enseñanza que desean, sin otros límites que los constitucionales. De otro modo, como ocurre ahora, si se nos quita la libertad -so capa de la modernidad y del furor laicista que domina a nuestros gobernantes-, sería considerarnos poco más que unos monos con apariencia de listillos (quizá por eso de la similitud de nuestro genoma con el del chimpancé), pero en el fondo muy estúpidos.

En el artículo de Ignacio Aréchaga que ahora publicamos se dice entre otras cosas que este proyecto de Ley "presenta un sistema educativo donde lo importante es la programación del Estado, no la demanda familiar. Nadie va a negar que el Estado debe prever los recursos materiales y humanos necesarios para garantizar el derecho a la educación. Pero lo importante es que esa programación tenga en cuenta la demanda de las familias, a quienes corresponde el derecho a escoger el tipo de educación que prefieren para sus hijos."

Diga lo que diga la Ministra de Educación, es evidente que la LOE es un intento de imposición que no tiene en cuenta para nada ni la demanda social, ni los derechos fundamentales de los padres. Reproducido de Aceprensa (n. 121/05, 26-X-2005).]

#228 Educare Categoria-Educacion

por Ignacio Aréchaga
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Uno de los avances decisivos de nuestra época ha sido la apertura a la iniciativa social de sectores antes considerados como "servicio público", prestado generalmente en régimen de monopolio estatal. La telefonía, la televisión, las aerolíneas, y tantos otros sectores han ganado en dinamismo y se han adaptado a la demanda cuando la gente ha podido elegir. La enseñanza, en cambio, sigue siendo para algunas mentalidades estatalistas un terreno en el que la demanda tiene que someterse a la oferta, administrada por el Estado. El proyecto de la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) refleja esta rancia mentalidad.

(ver el texto completo)