26 diciembre 2005

MENSAJE DE NAVIDAD DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

[Una llamada a la espiritualidad fue el eje central del mensaje navideño que ayer pronunció S.S. Benedicto XVI desde la Basílica de San Pedro. En su intervención se refirió al hombre de la era tecnológica para señalar que sin Cristo la luz de la razón no es suficiente para esclarecer al hombre y el mundo.

El Papa Benedicto XVI pidió a los hombres y mujeres de nuestros días que despierten a la verdad:
¡Despierta, hombre del tercer milenio! (...) A menudo, se presenta la edad moderna como inicio de la época de la razón, como si la humanidad hubiera salido finalmente a la luz, superando un periodo oscuro. Pero, sin Cristo, la luz de la razón no basta para iluminar al hombre y al mundo.

El mensaje termina con un párrafo que nos señala de modo inequívoco el modo de vivir cristianamente estas fiestas: Entremos con los pastores en la choza de Belén, bajo la mirada amorosa de María, testigo silencioso del prodigioso nacimiento. Que Ella nos ayude a vivir una buena Navidad; que nos enseñe a guardar en el corazón el misterio de Dios, que se ha hecho hombre por nosotros; que nos guíe para dar al mundo testimonio de su verdad, de su amor y de su paz.

Publicado en www.vatican.va (25-XII-2005).]

#253 Hogar Categoria-Matrimonio y Familia

por S.S. Benedicto XVI
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Os anuncio una gran alegría...: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor (cf. Lc 2,10-11). Esta noche hemos escuchado de nuevo las palabras del ángel a los pastores y hemos revivido el clima de aquella Noche santa, la Noche de Belén, cuando el Hijo de Dios se ha hecho hombre y, naciendo en una humilde gruta, ha puesto su morada entre nosotros. En este día solemne resuena el anuncio del ángel, que es también una invitación para nosotros, hombres y mujeres del tercer milenio, a acoger al Salvador. Que los hombres de hoy no duden en recibirlo en sus propias casas, en las ciudades, en las naciones y en cada rincón de la tierra. Es cierto que en el milenio concluido hace poco, y especialmente en los últimos siglos, se han logrado tantos progresos en el campo técnico y científico; son ingentes los recursos materiales de los que hoy podemos disponer. No obstante, el hombre de la era tecnológica, si se encamina hacia una atrofia espiritual y a un vacío del corazón, corre el riesgo de ser víctima de los mismos éxitos de su inteligencia y de los resultados de sus capacidades operativas. Por eso es importante que abra la propia mente y el propio corazón a la Navidad de Cristo, acontecimiento de salvación capaz de imprimir renovada esperanza a la existencia de todo ser humano.

(ver el texto completo)

1 Comments:

At 12:55 a. m., Anonymous Anónimo said...

muy profundo y realista ha sido el mensaje de benedicto XVI.

 

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