31 diciembre 2005

VIOLENCIA SEXUAL Y CULTURA

[Este artículo de Rafael Navarro-Valls trata sobre la violencia sexual y analiza sus posibles causas. Como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) esas causas son en buena parte comunes también a la llamada violencia doméstica o de pareja.

En estos años, es muy frecuente que se den noticias de este tipo de violencia y se abrume con datos estadísticos de todo el mundo y con una clara tendencia ascendente. Pero como dice Navarro-Valls: trasladar estadísticas sin indagar en las causas sería hacer una especie de sociologismo fotográfico que todo lo plasma, pero nada analiza. Hagamos un esfuerzo de análisis sobre ellas.


Hace unos lustros algunos suponían ingenuamente que la llamada libertad sexual daría -según ellos- el auténtico dominio (?) sobre los instintos, superando planteamientos represivos (?). La verdad es que ha ocurrido exactamente lo contrario. Se ha degradado penosamente la vida personal y social a costa, eso sí, del enriquecimiento de algunas industrias (cine, televisión, mass media...).

El 60% de los niños en edad escolar y preescolar permanece tres horas al día frente a la pequeña pantalla -recuerda el autor de este artículo-. Según datos fiables, estos niños ven unos 10 casos de violencia física, tres de ellos con resultado de muerte; una serie notable de efusiones sentimentales y eróticas fuera de matrimonio; y uniones carnales descritas con bastante minuciosidad.

No hace falta hacer ningún Master para deducir la incidencia de toda esa patología televisiva en los chicos -a los que puede destrozar de por vida-, pero también -aquí tampoco caben las ingenuidades- en
todos los demás, tengan la edad que tengan, sean solteros, casados o viudos.

En este artículo se recuerda también el sesgado y nefando tratamiento que muchas veces se da en el cine o en las series de televisión a temas como el sentido trascendente de la vida y la religión, la fidelidad conyugal, la familia o las virtudes. Y así logran -es lo que pretenden en realidad- difundir unos mensajes opuestos a valores que el público medio aprecia, valora y desea vivir: fidelidad, lealtad, pudor, etc.

Hay más factores que se unen para crear el caldo de cultivo de la compleja situación actual. La OMS destaca -entre la multiplicidad de factores personales y comunitarios que considera- los siguientes:

  • El consumo de alcohol y las drogas
  • Los antecedentes de abuso sexual durante la niñez
  • El haber presenciado situaciones de violencia doméstica o sexual durante la niñez (bien en la propia casa o en la televisión, cine, videojuegos, etc.)
  • Los ámbitos familiares carentes de cariño auténtico
  • El trastorno de la personalidad
  • La poca instrucción
  • Las tendencias impulsivas y antisociales
  • Las sanciones débiles de la comunidad contra la violencia doméstica o sexual.
En relación con este último factor citado, sobre las sanciones contra la violencia, dice Navarro-Valls que hay una ingenua confianza en las medidas legales para erradicar el problema. El Derecho es un modesto instrumento de paz social. Pero echar sobre sus espaldas la ingente tarea de variar los comportamientos sociales una vez alterados, es olvidar que el Derecho tiene un influjo mayor mediante lo que podríamos denominar su actividad negativa.

Para mejorar la situación -y es importante y urgente lograrlo- se requiere un esfuerzo combinado de reconstrucción social en el que intervengan todas las fuerzas sociales: Estado, sociedad civil, religión y poder mediático. Tal vez debamos comenzar por la escuela y la familia en un esfuerzo de verdadera socialización de los valores.

Comenzar por la escuela y la familia: éste es un gran reto para empezar ya dentro de unos horas en el año 2006 que ahora estrenamos.

Reproducido de Conoze.com]

#261 Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia

por Rafael Navarro Valls, catedrático de la Universidad Complutense y académico-secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
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Según datos muy recientes del Foro contra la Violencia de la Mujer, el número de víctimas mortales de la violencia sexista en España se ha triplicado el último año. El informe publicado por el Foro de Población de la ONU anota que una de cada tres mujeres en el mundo sufre malos tratos o abusos sexuales. Un serio estudio sociológico promovido por CCOO concluye que una de cada seis trabajadoras españolas sufre acoso sexual. La publicidad sexista ha generado, en el último año en España, casi 400 quejas: un 12% más que el año anterior. El más reciente informe del INE en España detecta una subida alarmante de los delitos sexuales: entre otros datos se destaca que, desde 1992, al menos 26 jóvenes han sido asesinadas con abuso sexual previo. La última, esta misma semana, una niña de 14 años en Campo de Criptana, un caso todavía bajo secreto sumarial.

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