21 diciembre 2006

SOBRE LA PREVENCIÓN DEL SIDA


[El aumento de enfermos de sida sigue su curso devastador en todo el mundo. Basta leer el Informe de ONUSIDA 2006 sobre esta pandemia.

El número de personas que padecen esta enfermedad sigue aumentando, así como el de defunciones. En 2006, un total de 39,5 millones de personas viven con el VIH; significa un incremento de 2,6 millones respecta a 2004. Los nuevos infectados en 2006 han sido 4,3 millones, de los que 530.000 eran menores de 15 años. En el año 2006 han fallecido de sida 2,9 millones de personas, incluidos 380.000 menores de 15 años.

Recientemente se ha publicado un libro titulado Propóntelo, Propónselo. Evitar el Sida, de Jokin de Irala, Matthew Hanley y Cristina López del Burgo. Los autores son investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, especialistas en Salud Pública y asesores en programas internacionales de atención a los enfermos de sida.

El libro recuerda algunos datos estremecedores. Desde que se identificaron los primeros síntomas en 1981, se han infectado con VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) 65 millones de personas, de las cuales 25 millones han muerto y 40 millones conviven diariamente con él (muchos de ellos sin tan siquiera saberlo).

Es una obra “basada en estudios científicos y cuyo objetivo es arrojar luz sobre la controversia en torno a cómo hay que afrontar la prevención de esta epidemia”, afirma Jokin de Irala.


El volumen se centra en algunas de las respuestas preventivas vigentes en la actualidad: “Revisamos los programas poblacionales centrados en la promoción del preservativo y explicamos las razones por las que se debería hacer más hincapié en el impulso de otras medidas preventivas de ‘evitación de riesgo’: el retraso del inicio de las relaciones sexuales y la monogamia mutua”. Estas medidas, en opinión del experto, “han conseguido realmente frenar la epidemia en los pocos países donde se han aplicado”.

De ahí el título del libro. Evoca el impresentable lema Póntelo, pónselo que el Ministerio de Asuntos Sociales, bajo la dirección de Matilde Fernández, puso en marcha, en tiempos de Felipe González, para difundir el uso masivo de preservativos entre la juventud.

Una de las explicaciones que ofrece el libro es la compensación de riesgo, que consiste en que “una medida preventiva reduce la percepción de riesgo de la población y en consecuencia, empeoran o se abandonan otros comportamientos preventivos básicos”. Para los autores, “la excesiva confianza en los preservativos, presentados como si fuesen totalmente eficaces, ha incitado a muchos a tener relaciones sexuales en cualquier circunstancia de edad y riesgo sin preocuparse de la posibilidad de ser infectados por el virus”.


Algunos se molestan cuando se alaba y fomenta la fidelidad conyugal y se argumenta que debe evitarse la promiscuidad. Dice Jokin de Irala: “Aunque no guste a muchos, es un hecho que no existiría ninguna pandemia de transmisión sexual como el sida, de no existir algo llamado ‘promiscuidad’ o, dicho de otra manera, ‘un cambio frecuente y/o concurrente de parejas sexuales.”

“Desde el punto de vista científico y de la eficacia de la Salud Pública –dice también- es un error, o un prejuicio, no hacer campañas claras y contundentes desaconsejando la promiscuidad por miedo a ser ‘moralizantes’. Tampoco parecía ‘realista’, aparentemente, plantear programas de educación sanitaria para prevenir el tabaquismo hace años cuando, en muchos grupos de edad, más del 75% de la población fumaba.


Y sigue diciendo: “En el caso del sida asistimos al fenómeno curioso de que se está dando el mismo mensaje a la persona que comercia con el sexo, o al usuario de drogas, que al joven de 13 años que no ha tenido relaciones sexuales.” Se produce así, aunque no responda a la realidad, una idea de total seguridad; y esto, “unido la sensación de invulnerabilidad propia de la juventud, incitan a muchos a dejar la ‘evitación del riesgo’ poniéndose ‘a riesgo’ de infectarse.”

Hace ya tres lustros el escritor André Frossard, arremetía contra el estado francés por la campaña de difusión de preservativos en los colegios. Apunto sólo unas cuantas “perlas” de su libro “Preguntas sobre el hombre”:

  • “Al tomar a su cargo nuestro sexo muy tempranamente, el Estado cree que hace lo mejor cuando, en realidad, no hace más que organizar lo peor."
  • “…la eficacia del preservativo no es total, como demuestran las estadísticas (…) y si un 10% de fracasos –cifra generalmente admitida- en el control de nacimientos no tiene más consecuencia que la instalación de una nueva escuela de párvulos, en el terreno del sida exigiría el espacio de un cementerio militar.”
  • “Al dejar creer a los niños que el medio obligadamente puesto a su disposición es suficiente para protegerlos, se les está incitando a múltiples experiencias que favorecen la extensión de la plaga.”
  • “…no es sensato esperar que se corten los incendios forestales limitándose a multiplicar las defensas de amianto, mientras se permite a los excursionistas prender fuego a la broza.”

Algunos piensan que sólo la Iglesia lanza este mensaje que inicuamente califican de retrógrado. Es ilustrativo leer las opiniones de expertos en la materia, que están verdaderamente preocupados por atajar la pandemia, sin limitarse a repetir unos manidos slogans que, como se está comprobando, de poco sirven para atajar el contagio de la enfermedad.

Copio de un artículo del BMJ del 11 de marzo de 2006 (Volumen 332, pp. 605-607): “…the complex nature of the HIV pandemic presents us with a challenge that far exceeds the promise of any single prevention approach. The potential for risk compensation highlights the need for a renewed prioritisation and coordination of approaches to change sexual behaviour. From a practical perspective, efforts to maximise the benefits of new and existing risk reducing technologies should also seek to minimise the possibility of risk compensation by sustaining high levels of personal risk perception throughout the communities served. Furthermore, successful approaches to change behaviour must be studied, adapted, and applied with at least the same vigour as the promising host of technological innovations under development.” Los autores son Michael M. Cassell, Daniel T. Halperin, James D. Shelton y David Stanton. Todos ellos son expertos en HIV/AIDS .

Reproducimos a continuación un artículo del médico Alfonso Baselga, publicado en La Rioja (26-XI-2006).


#355 Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia

por Alfonso Baselga

________________________

Con ocasión de la celebración del Día Mundial del Sida, el día 1 de diciembre, quisiera resaltar algunos datos recientes y sacar algunas consecuencias que me parecen indiscutibles pero que muchos desconocen, quizás por una propaganda ideológica interesada en ocultarlas.

(ver el texto completo)