15 marzo 2007

RELATIVISMO, VERDAD Y FE


[En bastantes artículos de este blog se habla del relativismo. Pero no es superfluo insistir una vez más en esa actitud que tiene la apariencia de que garantiza la libertad personal y el pluralismo, pero que, en realidad, es una verdadera patología intelectual. Es la dictadura del relativismo, como la llamó el entonces Cardenal Ratzinger, ahora convertido en el Papa Benedicto XVI: "Se va constituyendo -decía- una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja sólo como medida última al propio yo y sus apetencias."

Un relativista -y hay muchos, pues se trata de una verdadera epidemia social- equipara tener convicciones con una actitud fundamentalista. A primera vista, puede parecer que el relativismo es una garantía de libertad en la sociedad actual, caracterizada por la diversidad de convicciones, pero eso no es cierto. Robert Spaemann advierte que el relativismo no es de ninguna manera una solución para el pluralismo. (cfr. # 005 de este blog)

También Ortega, de otro modo, hablaba de conocer la verdad y de tener convicciones:
"La verdad es una necesidad constitutiva del hombre (...). Este puede definirse como el ser que necesita absolutamente la verdad y, al revés, la verdad es lo único que esencialmente necesita el hombre, su única necesidad incondicional". Como se ve, es una actitud radicalmente distinta del relativismo imperante en nuestros días.

Reproducimos ahora un artículo de Ángel Rodríguez Luño, titulado "Relativismo, verdad y fe", que ha sido publicado en el web site del Opus Dei.

#372 Varios Categoria-Varios: Etica y antropología

por Ángel Rodríguez Luño, profesor de Teología de la Pontificia Università della Santa Croce (Roma)

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1. La fe cristiana ante el desafío del relativismo

Las presentes reflexiones toman como punto de partida algunas enseñanzas de Benedicto XVI, aunque no pretenden hacer una exposición completa de su pensamiento [1]. En diversas ocasiones y con diversas palabras, Benedicto XVI ha manifestado su convicción de que el relativismo se ha convertido en el problema central que la fe cristiana tiene que afrontar en nuestros días [2]. Algunos medios de comunicación han interpretado esas palabras como referidas casi exclusivamente al campo de la moral, como si respondiesen a la voluntad de calificar del modo más duro posible a todos los que no aceptan algún punto concreto de la enseñanza moral de la Iglesia Católica. Esta interpretación no corresponde al pensamiento ni a los escritos de Benedicto XVI. Él alude a un problema mucho más hondo y general, que se manifiesta primariamente en el ámbito filosófico y religioso, y que se refiere a la actitud intencional profunda que la conciencia contemporánea —creyente y no creyente— asume fácilmente con relación a la verdad.



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