09 diciembre 2007

SÍ A LA VIDA CONYUGAL, A PESAR DE LOS PESARES

[Se ha repetido con razón que la llamada ley del divorcio express ha llevado a convertir en papel mojado el matrimonio. Juristas y Pastores coinciden en esta misma valoración. La aplicación de esta ley ha facilitado que una buena parte de los casos de separación conyugal se hayan convertido inmediatamente en casos de ruptura conyugal. La posibilidad legal de lograr en breve plazo una ruptura express -"sin culpas que demostrar y sin motivos que aducir"- es indudablemente un factor generador de divorcio.

Hasta hace muy poco, cuando se daba una situación conyugal conflictiva, la separación matrimonial dejaba posibilidades de reconciliación futura: de hecho, se acababan reconciliando al menos un 20% de los matrimonios que se separaban (cfr. # 278 de este blog, en un artículo de Juan Ignacio Bañares).

Es muy claro que esta ley-trampolín no esté pensada precisamente para favorecer la restauración de la vida conyugal y familiar en España, sino todo lo contrario.

Como razonaba Ignacio Aréchaga (cfr. # 003 de arguments): "Si los accidentes de tráfico con víctimas crecieran un 10% cada año hasta suponer un 0,3 por cada mil habitantes, nos sorprendería que el gobierno propusiera como única solución que las aseguradoras pagaran con más celeridad y sin litigios la indemnización por accidentes. Sin duda, pediríamos una política preventiva: campañas de opinión pública en favor de una conducción prudente, mayor exigencia en la concesión del permiso de conducir, un cumplimiento más estricto del código de circulación, mejorar la seguridad de los modelos de coches... Por eso llama la atención que ante la siniestralidad matrimonial en España, manifestada en el creciente número de separaciones y divorcios, el gobierno solo proponga 'agilizar' el divorcio, para resolverlo con menos trámites y desatascar así los juzgados."

El Instituto Nacional de Estadística (INE) de España ha hecho públicos, el pasado 15 de noviembre, los datos correspondientes al año 2006 sobre separaciones matrimoniales, divorcios y nulidades. Los datos principales se resumen en la tabla siguiente:




Como se ve la ley del divorcio exprés ha traído como consecuencia un gran crecimiento en el número de rupturas definitivas: en concreto, 126.952 en 2006, lo que significa un incremento del 74,3% respecto al 2005 (72.848) y mucho mayor respecto a 2004 (50.974); en cambio, las separaciones (18.793) disminuyen un 70,7% respecto al año anterior (64.028) y mucho más respecto a 2004 (81.618).

Un 72 % de las demandas de divorcio -alrededor de 90.000- se resolvieron en menos de seis meses. Los trámites se han agilizado, y esto también ha repercutido -¡y de qué modo!- en el número de matrimonios que se han separado antes de cumplir un año de casados.

En 2002, España tenía una tasa de divorcios (por 1000 habitantes) de 1,02 cuando en el conjunto de la UE ese indicador era casi el doble (1,93); en 2005, la tasa europea es de 2 y el valor de España ha crecido notablemente y oscila -según las fuentes- entre 2,16 (INE) y 1,7 (Wonkapistas); para 2006, ya la variación es entre 3,2 (Instituto de Política Familiar -IPF-, que es uno de los mayores índices de la UE) y 2,84-2,90 (Wonkapistas).

Juan Ignacio Bañares comentaba en el artículo citado más arriba: "Ni la precipitación es buena consejera, ni el apasionamiento lleva al acierto." (...) “Es cierto que una ley de divorcio nunca ‘obliga’, pero también lo es que es más fácil resfriarse si te obligan a vivir con las ventanas abiertas. Convivir, superar las dificultades de fuera y las crisis de dentro, supone tiempo, esfuerzo, paciencia: el matrimonio se hace en un momento; la vida conyugal se construye en ‘cada momento’. Uno se convierte en cónyuge en el momento de la boda, al darse y aceptarse como esposa o esposo; uno permanece cónyuge para siempre, debiendo aprender a vivir las nuevas circunstancias desde esa perspectiva, desde esa dimensión nueva libremente asumida. Por eso se dice que la fidelidad –vivir según el compromiso adquirido- es muestra del amor –que llevó a tal compromiso-. Así, aprender a amar no es sólo –aunque no sea poco- aprender a comprometerse: es también aprender a ser fiel en toda situación.”

En este mismo sentido, reproducimos un artículo titulado "Si a la vida conyugal, a pesar de los pesares", escrito por Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatra, que fue publicado en El Mundo (17-XI-2007).]


# 415 Hogar Categoria-Matrimonio y Familia


por Enrique Rojas

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El amor debe ser el primer argumento de la vida. Casi todo lo bueno y lo malo de la existencia humana se vertebra en torno a los aciertos y a los errores en el amor comprometido. Equivocarse en las expectativas de la relación conyugal es grave y produce unos efectos que se alargan en el tiempo. Las expectativas son ideas previas, esperanzas, ilusiones, sobre lo que se entiende a nivel general que debe ser este tema. Aquí cuentan desde la información que hemos ido recibiendo desde jóvenes, la educación sentimental, los referentes familiares, las circunstancias personales, hasta nuestro estilo de vida, las ideas y creencias que se han ido hospedando en nosotros. Todo ello forma el subsuelo en donde nos apoyamos.

Lo que es evidente es que amor y trabajo, afectividad y profesión, constituyen los dos ejes decisivos sobre los que se consolida el ser humano.



(ver más)

2 Comments:

At 11:04 a. m., Blogger Jorge said...

Se me olvidó decirte que hice un enlace a este blog desde el sidebar del mío en http://enlaindiaconlopuesto.blogspot.com. Pues eso.

 
At 2:02 p. m., Anonymous Anónimo said...

feliz Navidad y gracias por todo el bien que estáis haciendo con "arguments"

 

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