08 enero 2008

LIBERTAD PARA LA CIUDADANÍA

[Como es bien sabido, la Fundación Educativa y Asistencial CIVES -"Plataforma Ciudadana por una Sociedad Laica"- y la Universidad Carlos III son los padres de la nueva asignatura curricular que recibió un nombre de apariencia pacífica: "Educación para la Ciudadanía".

Sin embargo, detrás de ese nombre atractivo se esconde mucha metralla, mucha carga de fondo –un verdadero adoctrinamiento- como se manifiesta (con razón) en las protestas, recursos y objeciones de muchos ciudadanos españoles que claman por sus derechos y tratan de proteger a sus hijos.

En este blog ya se ha tratado de la mal llamada “Educación para la ciudadanía” en bastantes artículos: entre otros, arguments #413, #412, #409, #406, #398, etc.

Durante la presentación del documento que después fue remitido por CIVES y la Universidad Carlos III al Ministerio de Educación y Ciencia –en marzo de 2005- , se dijeron cosas muy interesantes que conviene no olvidar. Entre otros aspectos: se calificó la iniciativa de “muy pertinente” y que “todas las sociedades transmiten valores, a través de la educación”; que la finalidad de la asignatura era “formar conciencias libres”, educando a los alumnos con el “mínimo común ético de todos los ciudadanos, no sólo desde el punto de vista teórico, sino práctico”; se afirmaba tajantemente que esta asignatura se debía impartir de forma obligatoria en Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato y estaba equiparada, por tanto, a cualquier otra del currículum.

La palabrería barroca no puede encubrir la verdadera naturaleza de este proyecto totalitario que tiene un nombre que lleva a engaño: los contenidos hacen ver que hay manipulación ideológica y que se pretende otra cosa distinta de enseñar simplemente civismo.

Como dice Alejandro Llano: “…en todas la democracias normales y corrientes la educación cívica —que muchas veces no configura una disciplina determinada— se refiere a cuestiones del ámbito público, tales como el conocimiento de la constitución, la historia patria, la solidaridad entre los ciudadanos, la urbanidad cívica o civismo, la necesidad de pagar los impuestos justos, la posibilidad de ejercer la objeción de conciencia, y asuntos de este tipo. En ninguna democracia liberal, que yo sepa, se incluyen en esta vertiente formativa las concepciones más profundas y personales. Si se intenta, el tufo a totalitarismo y manipulación es inevitable. De ahí la lógica indignación de muchos españoles cuando entre nosotros se pretende abordar oficialmente temas como la condición humana, la identidad personal, la dimensión afectivo-emocional, la ideología de género, la democracia en la escuela o el pleno reconocimiento y protección de la homosexualidad. Intromisión y adoctrinamiento se llama esta figura.”

Me ha gustado un artículo titulado “Libertad para la ciudadanía” que ha sido publicado en varios medios, entre otros en el Diario de Navarra (27-XII-2007), y que reproducimos a continuación. El autor es Ignacio Uría, doctor en Historia y profesor asociado de la Universidad de Navarra.]

# 423 Categoria-Educacion

por Ignacio Uría

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Dice el PSOE -y lo creo- que "las religiones siembran fronteras entre los ciudadanos" y que "la enseñanza impartida por el Estado no debe ser neutral" (Manifiesto Constitución, laicidad y Educación para la Ciudadanía, diciembre de 2006). Por eso, el fin de la asignatura Educación para la ciudadanía (EpC) es educar a los alumnos en el "mínimo común ético" obligatorio, con independencia de las creencias o valores de los padres.

Afirma Gregorio Peces-Barba -y le creo- que esta materia "es un cambio revolucionario en la enseñanza en España. [...] Sólo con poner en marcha esta iniciativa el Gobierno habría justificado toda la legislatura". (El País, 22-XI-2004). Lo asegura el gran teórico del laicismo español y rector de la Universidad Carlos III, en la que se urdió la asignatura.



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1 Comments:

At 10:14 a. m., Anonymous Anónimo said...

Muy claro y convincente. Congratulations.

 

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