LA BELLEZA DE LOS SANTOS Y LA MORTIFICACIÓN CORPORAL
[Mucho se habla en estos días de la mortificación corporal. A veces, con fundamento; otras, de modo muy frívolo.
El artículo de Pablo Marti del Moral que ahora publicamos habla de modo muy claro de lo que es la mortificación y de lo que no es la mortificación cristiana. Así dice, por ejemplo: Si tenemos en nuestra retina la escena de Silas flagelándose, no entenderemos nada. Silas, el sicario-asesino con apariencia externa de especie de monje, en las secuencias del Código da Vinci no hace mortificación corporal sino masoquismo. La mortificación tiene un motivo más allá de sí misma, y además un motivo bueno, de lo contrario no es mortificación cristiana.
Y también recuerda algo que resulta evidente para todos: Hoy quizá la mortificación corporal más severa se exige a los deportistas. (...) necesitan mortificar el cuerpo hasta la extenuación en su vida diaria de entrenamiento; además deben seguir una dieta rigurosa, sin permitirse excesos ni caprichos; un horario estable y regular que limite la diversión. Es algo voluntario, pero que exige mucha mortificación.]
#312 Varios Categoria-Varios: Etica y Antropologia
por Pablo Marti del Moral
________________________
Para abordar este tema, en el marco más o menos polémico en que se presenta hoy día (en torno a la discusión sobre el libro y la película Código da Vinci), debemos partir de dos premisas. La primera, de importancia esencial, es tener en cuenta que el cuerpo desempeña un papel central e insustituible para la vida de fe. El cristianismo no es una religión, filosofía o visión del mundo espiritualista. Es decir, el cuerpo representa un rol fundamental. Sin el cuerpo no hay cristiano, es más: no hay cristianismo. A la vez, el cuerpo en el conjunto de la persona tiene sus reglas, su autonomía y sus límites, con los que hay que contar.
(ver el texto completo)